Yo no te culpo a ti de que la vida nos marque dos caminos tan opuestos. No me culpes a mí de las heridas que mis
labios dejaron en tu cuerpo. Y cúlpame de quererte por encima del deber, del placer y el sufrimiento, de
haberte dado un alma que no era mia. Yo me llevé el aliento de tu boca y te dejé caer todos mis besos para que
no me culpes en la vida de que sigamos dos caminos tan opuestos.
labios dejaron en tu cuerpo. Y cúlpame de quererte por encima del deber, del placer y el sufrimiento, de
haberte dado un alma que no era mia. Yo me llevé el aliento de tu boca y te dejé caer todos mis besos para que
no me culpes en la vida de que sigamos dos caminos tan opuestos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario