lunes, 5 de diciembre de 2011


La haces bien, y aunque te hierva la sangre, te encadenas para no llamar¿Cómo haces? Conozco todos tus trucospero aún así me das que pensar. Te guardas el orgullo donde nadie pueda dudar de que lo tenés. Y así vas, sin perder el objetivo, pidiendo dos cuando queres tresYa estoy bien, ya me ordené en mi desorden, y aquellas voces no me hablan más. Por favor, mentime y dame la espalda, otra vez no quiero patinar. Y me esperás, más de la cuenta siendo siempre la que yo soñe. Y firme yo, me encierro en que es peor, amar y envejecer. ¿Qué esperás? Mostrame todas las cartas, a cara de perro no sé jugar. Me endulzás, el ego siendo sincera, dale un poco y te va a pedir más. Lo sabés, no hay arma más seductora, que contestar siempre la verdad. Siempre estás, del otro lado.  No sé hablar, sin decir malas palabras: amantes, mentira, infidelidad. Nunca más, te vendo gato por liebre, por no ser cruel, pierdo honestidad. No es el fin, el problema son los medios, no es algo que pueda respetar. No está mal que termine en las historias, mientras haya historias que contar.

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